EXPORTAR EN LA ARGENTINA: PEQUEÑOS, MEDIANOS Y GRANDES
22 de abril de 2021
Frente a la baja en la demanda del mercado interno debido al freno de las actividades que derivó de la situación por la pandemia sumado al histórico atractivo que tiene la divisa extranjera —especialmente para los fabricantes de productos que requieren insumos importados para su manufactura—, muchos empresarios pyme vieron y ven oportunidades en la exportación de sus productos. En esta nota, Martín Picón, Secretario de Comercio Exterior de Fecoba amplía sobre las oportunidades y complicaciones que enfrentan los empresarios pyme del país, qué programas existen y qué es necesario tener en cuenta a la hora de considerar esta actividad.
Martin Picón es el Secretario de Comercio exterior de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA), director ejecutivo de la Cámara argentina de productos químicos y de la Cámara argentina de anilinas y auxiliares. También es consultor en posicionamiento de productos, analista de Marketing Estratégico y miembro de la Comisión de Comercio del Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires (CESBA).
Twitter: @martuspicon
¿Qué oportunidades para exportar existen hoy en la Argentina?
Tenemos un programa llamado Exporta simple. Se trata de un un régimen simplificado de exportación que no requiere contratar a un despachante de aduana, se realiza a través del sitio web, donde se cargan los productos a exportar siempre cumpliendo con toda la normativa, desde técnica hasta impositiva. Vendría a ser como una gestión directamente con el correo. Luego el currier internacional contratado, como DHL por ejemplo, pasa a buscar la carga por el domicilio declarado y lo envía al destino indicado. Quienes lo reciben pueden ser personas o directamente pequeños comerciantes. Existen casos de éxito como por ejemplo la venta de cajas de alfajores Havana en Estados Unidos o indumentaria femenina de pequeños productores que están teniendo muy buena rentabilidad.
¿Qué cantidades maneja el programa Exporta simple y qué costo tiene?
Este programa es ideal para pocas cantidades, debido a que mover un gran número de mercadería es muy costoso. Más allá de los gastos de gestión y la necesidad de contratar a un despachante de aduana, por ejemplo trasladar un container desde Asia tiene un costo muy alto, que puede variar. Solía tener un valor de unos 1000 dólares y en este último tiempo llego a los 5000 debido a los conflictos logísticos propios de la situación que estamos viviendo: la pandemia causada por la Covid-19, los pocos buques que hay y lo que pasó en el Canal de Suez. Otra característica de este régimen es que el único medio de transporte habilitado que tiene es el avión, lo cual implica un costo mínimo de envío de 200 dólares. De todas formas sigue siendo una opción muy efectiva para la Argentina de las pequeñas cantidades.
¿Cómo se cobra y qué tipo de contribuyente es necesario ser?
Se cobra por PayPal, el dinero entra directo a la cuenta propia. Y sobre la facturación, no es necesario siquiera ser Responsable inscripto, los monotributistas con la categoría 3 también están habilitados. El trámite es muy sencillo, se realiza a través del sitio web de la AFIP, no es necesario presentar ningún documento, se trata simplemente de ampliar la categoría a la que permite hacer exportaciones.
¿Cuáles son las ventajas y debilidades de este régimen?
Este programa funciona muy bien y ayudó a mucha gente a hacer pequeñas exportaciones, pero pensando en mejoras sería ideal que se amplíe para que estos envíos no se hagan solo por avión sino también a través de otros medios de transporte, como por vía terrestre o marítima, para poder llegar a los países limítrofes con un costo bajo y con poca cantidad de mercadería. La Argentina tiene una gran posibilidad en este momento con pequeños volúmenes de exportación. Al país o al gobierno como número tal vez no le sirve, pero a la pyme sí. Otra de las grandes ventajas que tendríamos con una ampliación de logística es que Paraguay también creó el mismo régimen, ellos lo llaman Exporta fácil. Está muy bueno que tengan el mismo programa porque de este modo el área de comercio exterior a ambos países los rige la misma normativa, lo cual agiliza mucho. Además, Paraguay es un mercado más que interesante para nosotros. Poder hacerlo por camión cambiaría mucho el atractivo del negocio.
Muchos empresarios pyme, hoy en día, ven un atractivo en las exportaciones, ¿qué aspectos es necesario tener en cuenta para aquellos que no puedan usar el programa Exporta simple debido a mayores cantidades o mayor elaboración?
La actividad del comercio exterior en la Argentina históricamente siempre fue compleja. Hay algunos puntos clave que atentan contra la idea del negocio de la exportación de productos o la de abrir una nueva área de negocio dedicada a esta actividad que pueda tener cualquier empresario argentino. Es decir, contra toda idea de inversión, es muy riesgoso, y son factores fundamentales a tener en cuenta:
Previsibilidad
La estabilidad para la capacidad de planificación son factores fundamentales porque la actividad del comercio exterior no se puede hacer a medias, por el contrario, es extremadamente formal. Requiere del armado de una estructura de trabajo muy grande que necesita poder planificar con tiempo y una cierta estabilidad. Construir un mercado en el exterior conlleva como mínimo dos años de trabajo. Este punto es difícil de lograr en la Argentina.
Logística
Por estar ubicados al sur del Cono sur la logística es costosa en términos técnicos y económicos, debido a la gran distancia que tenemos con el hemisferio norte, ya sea por la coordinación, por los costos de envío de mercadería o las diferencias horarias, todo esto debe ser tenido en cuenta como una variable más.
Políticas de exportación
Por un lado tenemos el problema de las cancillerías donde los puestos de trabajo no están bien orientados. Lo que yo creo que hace falta es tener en cada país del mundo una agencia de colocación de producto. El modelo de agregados comerciales en las embajadas, hoy en día, está obsoleto.
Política local
Este mes, tuvimos un conflicto sindical que mantuvo todos los puertos de Buenos Aires cerrados. Cuando esto sucede las terminales portuarias siguen cobrando por el hecho de mantener la mercadería frenada en los puertos. Este tipo de conflictos se solucionan con la Aduana junto al Ministerio de trabajo dictaminando la conciliación obligatoria, como con cualquier conflicto gremial, pero este gobierno en particular no quiere tener conflictos con los gremios. Entonces, el problema no solo pasa por perder el dinero que cuesta tener la mercadería ahí, sino también por el hecho de que se la necesita para producir. Hay una aduana para el empresario pyme y otra para el amiguismo, no gubernamental sino aduanero que es mucho más profundo.
Idiosincrasia
Tenemos muy naturalizado vivir en inestabilidad. Hablamos de situaciones del país que sucedieron hace 6 meses como estuviéramos hablando de hace 20 años, es una locura. Otro plano a discutir es que naturalizamos que el dólar está caro o barato. ¿Por qué necesitamos un dólar a 170? Porque tenemos una carga tributaria del 60%. La única alternativa que tenemos depender de esa rentabilidad, tener que cambiar el dólar y que te rinda mucho más. De lo contrario no hay forma de hacer negocio.
El control del dólar
Suponiendo que se concreten las ventas y se logre cobrar las operaciones con divisa extranjera, existe un paso más que es muy necesario tener en cuenta, y es que más allá de las retenciones si ese dinero es cobrado al valor del dólar oficial, luego para comprar o reponer los insumos debe poder hacerse al mismo valor del dólar, porque si el gobierno no te vende divisa es necesario salir a comprar al valor del blue, cuando después hay controles sobre el precio al que se vende. ¿Y sobre qué base se controla? Este es un punto más que puede perjudicar al empresario.
¿Cuál es el mayor desafío a enfrentar?
Hace poco me llegó un ejemplo desde Fecoba de una empresa de la industria de la comunicación visual. Se trata de una compañía argentina que ganó una licitación en Venezuela para colocar toda la cartelería de los estadios de fútbol del país. Una vez cerrado el negocio comenzó con la fabricación, y como suele suceder en este país parte de los materiales necesarios para la fabricación eran importados, y lamentablemente, a tres meses del inicio de los trámites de importación todavía no tenían la autorización para conseguir los insumos. Tenemos muy incorporado el fantasma de la importación versus lo maravilloso que es exportar, cuando en verdad van de la mano. La importación tiene múltiples beneficios, uno de ellos es ser el parámetro del precio dentro de la Argentina, un ejemplo de esto es lo que sucedió durante el segundo mandato de Cristina Kirchner, el entonces Ministro de comercio exterior Axel Kicillof importó tomate porque los productores habían puesto los precios muy altos debido a la ausencia de competencia, ¿está mal que haya hecho eso? No, es una manera de regular el precio del mercado. Necesitamos desarmar el fantasma de las importaciones porque tiene muchas funciones importantes.
¿En qué otro aspecto se puede mejorar la situación de las exportaciones en la Argentina?
Una de las claves es que se cambie el modelo, no se necesita más agencias de inversión, ni de la ciudad, ni de nación, lo que se necesitan son agencias de promoción de exportaciones donde haya una o dos personas en cada país que sean locales, con experiencia comercial en ese país de destino, trabajando a la par con una persona de cada embajada. El modelo de agregados comerciales en las embajadas está absolutamente obsoleto. Se necesita un trabajo comercial y no de capacitación. Y volvemos al punto más importante, la previsibilidad, porque el comercio exterior no te permite probar, requiere de toda una infraestructura de empresa que a través de las políticas debe garantizar seguridad.