EL CHEQUE ELECTRÓNICO Y SU IMPORTANCIA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
25 de febrero de 2020
La nueva virtualidad instalada a partir de la situación de la pandemia aceleró los procesos de utilización de muchas herramientas para lograr concretar diferentes tareas del trabajo, entre ellas las operaciones bancarias. En esta nota desarrollamos el valor del uso de los ECHEQ. ¿Qué son y cómo utilizarlos?
Por Estudio Doctorovich – Botbol
La nueva realidad mundial instalada por la pandemia del COVID-19 aceleró los procesos de migración hacia lo digital. Si bien esta modalidad era habitual para muchos a fin de realizar ciertas operaciones, en el último tiempo más empresas y usuarios se vieron obligados a la utilización de soluciones “en línea” para operaciones habituales de diversos tipos. Entre ellas, las bancarias.
En ese sentido, el uso del ECHEQ, cuya utilización ya estaba habilitada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) desde julio de 2019, se masificó, convirtiéndose en uno de los medios de pago más usados en estos tiempos.
¿Qué es el ECHEQ?
Si bien la Ley de cheques y las reglamentaciones del BCRA no lo definen conceptualmente, podemos establecer que un ECHEQ es un cheque electrónico con las mismas funcionalidades que un cheque físico, pero con sus propias particularidades. Los usuarios podrán hacer y recibir cheques generados a través de canales electrónicos las 24 horas, sin necesidad de asistir a las entidades bancarias, y se permite la posibilidad de emitir cheques al día o de pago diferido, a la orden y no a la orden.
Para poder emitir el ECHEQ, en primer lugar, el emisor debe ser titular de una cuenta corriente y quien lo reciba como beneficiario, de una cuenta bancaria –ya sea caja de ahorro, cuenta corriente y/o cuenta corriente especial–.
El banco habilitará en el homebanking los permisos de las chequeras electrónicas para que el emisor genere la orden de emisión del ECHEQ. Quien lo emita debe completar los datos necesarios, indicando principalmente la CUIT/CUIL o CDI del beneficiario (persona humana o jurídica), la cual será verificada con la base de titulares de cuenta de la Cámara Electrónica de Compensación de Medios de Pago de Bajo Valor de la República Argentina (COELSA), a fin de validar la existencia y vigencia de la cuenta bancaria. Completado el campo respectivo, se debe confirmar la emisión del ECHEQ y a partir de ese momento tendrá efectos jurídicos.
Una vez emitido, cada ECHEQ contendrá un ID o código de identificación, que será generado automáticamente por COELSA, y mantendrá una numeración provista por el banco conforme a la chequera electrónica habilitada.
A su vez, la entidad financiera donde tiene cuenta bancaria el beneficiario le da aviso de que tiene un ECHEQ, y este deberá aceptarlo o rechazarlo. Podrá depositarlo en cuenta corriente o caja de ahorro, también puede endosarlo, negociarlo en el mercado de valores o incluso ponerlo en custodia.
Las ventajas de los cheques electrónicos
- Simplifica la emisión, endoso, negociación y circulación del cheque mediante canales digitales, ya que se puede generar simplemente con los datos del beneficiario y no tiene límites de endosos;
- Brinda mayor seguridad y efectividad, ya que el formato electrónico impide la emisión o endoso del ECHEQ con ciertos errores, reduciendo los motivos de rechazo por defectos formales, errores escriturales, adulteraciones, extravíos o robos, entre otros, típicos de estos medios de pago, además de que se requiere indicar usuario, clave, coordenadas (o token) que garantiza la identidad del emisor;
- Permite conocer con mayor certeza su recorrido o trazabilidad;
- Reduce los costos operativos en comparación con el cheque tradicional, no solo porque no requiere papel, sino porque además evita la necesidad de ir a los bancos de manera presencial;
- Asimismo, cobra relevancia en el ámbito de las Pymes y las empresas, ya que facilita la negociación al no requerirse de la emisión de un documento material que deba ser “verificado”; elimina la demora de traslados cuando se tiene que remitir un cheque físico de un lugar a otro y, al estar formalizada la posibilidad del pago diferido, el cheque no es solo un medio de pago sino también un instrumento de financiación.