IMPORTACIONES Y LO QUE SE VIENE EN POLÍTICA PÚBLICA
22 de septiembre de 2020
Martín Picón, Secretario de Comercio Exterior de la Federación de Comercio de Buenos Aires (Fecoba), expone sobre el panorama respecto de las políticas industriales para importaciones y exportaciones del gobierno actual, y explica el proyecto de trabajo conjunto entre sector público y privado que lanzó la Cancillería. ¿Qué se viene para las pymes?
¿Qué es lo que más afecta negativamente a las pymes hoy en día?
La falta de previsibilidad les impacta inclusive más que las políticas en sí, el hecho de no saber cómo, cuándo y de qué manera van a tener el retorno cuando hacen una inversión. Es necesario tener una proyección. Si luego de un plazo de tiempo cambian todas las reglas y es imposible planificar el retorno, las pymes se ven muy golpeadas. Es la mayor contra que tiene cualquier país sobre la inversión que se haga en él. Es muy complicado no tener las reglas claras. Para la inversión extrajera y para la nacional.
¿Cómo es la situación de las licencias automáticas y las no automáticas?
Desde el gobierno dicen que se van a endurecer las licencias no automáticas, es decir los productos que sí requieren de aprobación previa por parte del gobierno, a diferencia de las automáticas, cuya posición arancelaria ya viene previamente aprobada debido a la naturaleza de ese producto. Este sistema, que viene del gobierno anterior, se va a mantener. Entonces, sobre las licencias no automáticas que deben ser aprobadas por el gobierno para poder hacer la importación, el problema es que, en muchos casos, los productos son insumos. Y eso es un grave problema, porque al no tener bien definido si se va a poder importar o no, se termina afectando a la industria que tiene la necesidad de insumos que son parte de un proceso productivo, que agregan valor y que terminan siendo parte de un producto final industrial. Y como recurso es inestable. También es difícil planificar su valor, cuánto cobrarlo, el dólar cómo va a estar en el futuro. ¿Lo vendo en efectivo, en dólar oficial o en dólar futuro? Es muy complicado para cualquier inversión teniendo tantos precios distintos de dólar.
¿Cómo es el proceso administrativo?
Las personas que realizan importaciones deben encargarse del trámite. Hablamos de hacer desde el análisis del stock y los precios, hasta el pedido de permisos, esperar las aprobaciones, el seguimiento de los embarcos, todo esto dentro del plazo de duración de las licencias, porque tienen vencimiento, fuera de ese plazo es necesario volverlas a tramitar, etc. El problema hoy en día es que las empresas están trabajando con entre un 40 y un 50 por ciento de sus empleados, esto significa que en las áreas administrativas las tareas que antes hacía un equipo ahora tal vez las hacen pocas personas. Así que no es menor el hecho de que hacer estos trámites tiene un costo operativo para las empresas.
¿Es más recomendable exportar que importar?
Hay una falsa dicotomía entre importación vs. exportación. Como si todo lo que se importa fuese malo y todo lo que se exporta, bueno. El mundo no funciona así. Si bien es cierto que es importante en este momento, en el que el país está atravesando una crisis, incentivar la producción de la industria argentina para generar puestos de trabajo genuinos, también es cierto que para poder colocar productos en el exterior es necesario importar, porque ningún mercado se abre de ese modo. Hay muchos productos que se fabrican en la Argentina que tienen un porcentaje de insumo importado que es importante poder seguir trayendo. Un ejemplo puede ser el caso de Vaca Muerta: para llevar a cabo la explotación subterránea para la obtención de hidrocarburos se necesitan determinados químicos que son importados porque acá no se producen. Con esto no quiero decir que se esté cerrando la importación, pero la economía es mucho más compleja que solo un balance de debe y haber.
¿Cuál es la inclinación del gobierno con respecto a las importaciones?
No se van a cerrar, por el contrario, se van a complejizar más, ya confirmado por funcionarios del gobierno. Algo muy interesante que empezó a funcionar hace dos semanas es el Consejo Público-Privado para la Promoción de Exportaciones que está organizando la Cancillería Argentina con parte del equipo del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación. La idea es buena. No sé todavía cómo va a funcionar, ojalá que sea un punto de partida para que haya una política exportadora. No estoy muy de acuerdo en el modelo de “consejo” porque, por definición, a lo que debería dedicarse es a dar recomendaciones y ayudar a preparar programas de desarrollo productivo, pero como idea de proyecto es brillante porque se genera una sinergia necesaria. El funcionario público no tiene tanta idea de lo que pasa en la pyme, cómo son los procesos industriales o cómo lograr una promoción a la exportación porque no conoce tanto a los mercados, eso es lo bueno que tiene unir al área pública con la privada. Que el espacio público explique en qué puede ayudar y hasta dónde puede modificar la planificación estratégica, y nosotros desde el área privada trabajar con ellos para analizar justamente cómo llevar a buen puerto esta fusión.
¿Desde el sector privado, están en contacto con las diferentes cámaras para obtener información?
Hay 15 mesas o comisiones de trabajo que se formaron en Cancillería: de minería, química, automotriz, textil, carnes, pesca, petróleo, de economías regionales, de comercio exterior en general. En cada una de esas mesas están las diferentes cámaras que tienen que ver con el área en cuestión. Por ejemplo, en la de minería están las cámaras mineras, los organismos públicos que tienen que ver con la minería, los industriales relacionados con la metalúrgica que es el producto final de la minería. Entre todos se trabaja en conjunto con Cancillería para desarrollar el área con un perfil exportador. Y así en cada una de las 15 mesas. A priori la idea es muy buena, pero hay que ajustarla, seguir promocionándola y trabajándola dentro de las complejidades que tiene el trabajo internamente hablando. Es algo que nunca se hizo y eso está muy bueno. Le reconozco a Felipe Solá que tiene una apertura para escuchar al sector privado y en función de eso sentar a todo su equipo del sector público para ver cómo trabajar juntos. Es muy sano.
¿Cómo ves la situación de las importaciones?
Creo que es preocupante porque veo difícil, en algunos productos, la apertura de las importaciones. Está muy complejo el pago a los proveedores en el exterior. Las últimas normativas que sacó el BCRA con respecto a aprobar la compra de dólares para el pago al exterior complejizaron la gestión. Hay muchos bancos privados que por miedo a la reprimenda penal del Banco Central están poniendo trabas a los importadores para que puedan adquirir los dólares que necesitan para comprar en el exterior. Y eso es grave porque no están cumpliendo con un compromiso.
¿Cómo ves el panorama general?
Es complejo a nivel mundial. Esta situación no afecta solamente a la Argentina por el gobierno actual. Es una situación complicada y a ningún país le está yendo bien. Lo que está pasando es inédito en la historia de la humanidad. Creo que es necesario dejar de discutir sobre la grieta con discursos proselitistas y lograr armar políticas a mediano y largo plazo.
¿Qué creés que hace falta en el país?
Creo que las pymes necesitan que las escuchen mucho más y que les den lo que precisan. Porque en la Argentina suceden cosas como el caso Falabella, que vino a hacer inversiones y mientras le fue bien se quedó y cuando le empezó a ir mal levantó todo y ahora se va. No estoy en contra de eso, está bien, pero el que se queda en el país, el que no suspendió a su personal y se bancó todo el período de la cuarentena, es el empresario pyme argentino. Son quienes siguen apostando al país y hay que respetarlos, escuchar sus necesidades y cuidarlos.
¿Hay voluntad política para que eso suceda?
Desde los discursivo sí, pero en la gestión falta desarrollo porque el gran problema que tienen hoy las pymes, que es la carga impositiva, no se soluciona. Creo que a las pymes más que un crédito al 5% les serviría más que les saquen un 15% de la carga fiscal. Al fin y al cabo, si toman crédito es porque están ahogadas. Creo que hay que hacer algo y no es ofrecer créditos “baratos” bajo el discurso que la inflación es del 20%. No hay una real conducta industrialista que apoye a la pyme argentina, y lo digo no solo por este gobierno, sino en la Argentina en general.
¿Se va a volver a pedir a los importadores que exporten para tener cupo como se hizo en otro momento?
Hoy en día no están pidiendo hacer un balance de exportación para poder importar. Se depende 100 por ciento de los bancos para conseguir los dólares. Eso se hizo durante la gestión de Moreno, pero ahora no creo que este gobierno lo vaya a implementar porque no es una buena estrategia. En la importación industrial es muy importante que la persona que hace la importación sepa del tema, de ese producto en particular, y no que importe o exporte cualquier cosa.
¿Qué balance podés hacer sobre la situación actual?
No se puede hacer un país con inversión seria si no hay estabilidad, volvemos al primer punto: previsibilidad. No es posible trabajar así porque es muy desgastante y no hay forma de invertir, nadie se arriesga. El empresario pyme argentino es un laburante que se arremanga y trabaja igual que su empleado por eso es tan cercano el vínculo entre el jefe y sus empleados. He recorrido empresas en las que los pasillos llevaban los nombres de los empleados que se jubilaron en esa empresa, en honor a ellos. Esa es la empresa argentina. Hay una idiosincrasia familiar.
En resumen, creo que desde el gobierno nacional deben exigir más a los ministros de Producción de cada provincia, a cada una de las agencias de inversión, para que trabajen más en los programas productivos porque no deberían depender de nación. Y para cerrar pienso que hace falta que los gobiernos hagan planificaciones a mediano plazo.