Hubo un salto cuántico, en la cartelería de la Argentina, de los carteles pintados a manos por letristas a los desarrollados laboratorios de neón. Los llamados “tuberos” se ganaron el respeto en la industria: debían manipular un material complejo y desplegar una habilidad artística para lograr determinadas piezas. 

La apertura a los mercados internacionales, de la mano de la convertibilidad, permitió la llegada de nuevas tecnologías como la impresión digital Inkjet y maquinarias que permitieron la fabricación de carteles corpóreos, entre otros. Pero el neón nunca perdió su brillo, belleza y prestigio. Sin importar las nuevas tendencias que llegaron a vestir las calles,  grandes avenidas y espacios icónicos del país, el neón siempre encuentra su lugar por ese je ne se quoi que deslumbra a sus observadores.

Hoy en día, debido a la diversidad de tecnologías que permiten generar distintos tipos de carteles y las demandas de un mercado cada vez más fugaz y exigente, especialmente para estructuras grandes y con complejidades de instalación y mantenimiento ya no se utilizan los amados carteles de neón, en cambio su uso fue girando hacia nichos de arte y decoración. 

El Neón led es un tributo. Mediante la tecnología led busca imitarlo a la perfección y que no se perciba su diferencia. Aparece como un modo de resolver las cuestiones técnicas que son menos ventajosas para un cartel pero sin perder las virtudes estéticas del cartel del neón. Desde comercios hasta exposiciones y diferentes situaciones de comunicación visual con una estética determinada eligen este sistema de luz para materializar sus carteles. 

Entrevistamos a Facundo García, CEO y fundador de NeónLed, la compañía especializada en la fabricación y venta de carteles luminosos de neón led, quien nos brinda información sobre su camino recorrido con este material y sus aplicaciones.

NeónLed es una empresa de tercera generación en la industria de la cartelería (Nico Publicidad y Letreros Publicitarios son sus antecesoras) y su nacimiento está vinculado al conocimiento que Facundo tiene sobre los mercados y específicamente el neón, material del cual destaca su belleza y la fascinación que siempre le tuvo.

Encontralos en instagram: @neonledok

¿Cómo está compuesto el material neón led desde el aspecto técnico?

El neón led es la manguera que contiene la luminaria con un recubrimiento 100% de silicona. Esta es una distinción importante del mercado, ya que la silicona es mucho mejor que el PVC que utilizan otros proveedores. Por dentro tiene una tira de led que es la materia cruda en cuanto a la iluminación símil neón, se monta sobre un acrílico transparente con la forma que uno quiera. Luego se conecta en todos los puntos, y con una fuente de 12 voltios ya queda prendido. 

¿Cuándo descubriste el neón led como material?

Siempre me encantó el neón, desde muy chico. Y en 2017, en un viaje a Nueva York, vi el producto pero en su materia prima y me llamó la atención, me puse a investigar quién vendía este material y solo encontré proveedores en China, tuve un proceso de unos cuantos meses en donde el proveedor nos mandaba unas muestras a la Argentina que nos gustaron mucho. Comenzamos a hacer pruebas y lo empezamos a ofrecer en la empresa y le fue muy bien. En ese momento decidí armar la marca Neón led, abrimos en Chile y en Brasil, y luego me vine a vivir a España. También tenemos sucursales en Hungría, Paraguay y Uruguay.

Cuando nace la empresa Neón led, ¿notaste que había un mercado sin oferta de este producto?

Sí, totalmente, a la gente le encanta el neón pero se vuelve difícil de conseguir en determinadas oportunidades, por una cuestión de tiempo, de costos y de instalaciones. Cada mercado al que entramos estaba virgen de neón led, pero no del neón de vidrio, todos ya lo conocían, es un material muy querido y que gusta mucho. Hubo mucha curiosidad al verlo tan rápido de hacer y con un costo bajo.

¿Hay algún tipo de limitante en términos de alguna figura que se desee formar o es exactamente igual en comparativa con el neón tradicional?

Son muy parecidos en cuanto a la estética y lo que se puede crear. Tiene las mismas limitantes que el neón tradicional, que son algunas formas muy específicas como las rectas en los ángulos, porque al ser un tubo siempre va a tener un efecto semicircular. La verdad es que lo imita bastante bien, son muy parecidos. Lo mismo sucede con el tamaño de las letras, hay un mínimo del que se puede arrancar, dependiendo de la mano del neonista. Se pueden llegar a hacer letras minúsculas de unos 4 centímetros, pero llevan mucho tiempo y en general comienzan a partir de los 8 o 10 centímetros.

¿Se pueden hacer piezas muy grandes? 

Sí, gigantes. Hemos hecho piezas para eventos, shows y conciertos, de 3 metros por 3 metros. El tamaño no es una limitante porque el neón led lo podés ir armando de a piezas, una al lado de la otra o una arriba de la otra, como a un rompecabezas. Además es un material muy liviano, una pieza de 1 metro por 1 metro te puede pesar unos 3 kilos. 

¿Se puede poner a la intemperie?

Se puede si se le hace un tratamiento en las conexiones, pero no es lo ideal porque se corre un poco más de riesgo, aunque se hace igual. El mejor uso es en el interior, al igual que el neón de tubo, la diferencia es que en épocas pasadas se colocaba en exteriores de todas formas porque no habían alternativas de letreros luminosos tan vistosos para la vía pública, pero por ejemplo un granizo lo mataba. 

¿A partir de cuándo comenzó el auge del neón led?

Hubo un momento en donde, por ejemplo, los shoppings no podían tener neón pero sí podían tener neón led, entonces fue una vorágine, cualquier cantidad de shoppings quisieron incorporar este producto. 

En cuanto a tendencias, ¿qué tipo de clientes tienen hoy en día en la Argentina y el resto del mundo? 

Clientes de todo tipo. En su mayoría son comercios que quieren destacarse de alguna forma, empresas de entretenimiento, de event planning, consumen mucho este producto. Quienes no lo consumen tanto aún, y donde hay una oportunidad de negocio, es el cliente final, un hogar, porque si bien son más económicos que el neón de vidrio, el precio sigue siendo elevado, como objeto de decoración o iluminación. 

¿Creés que el neón led llegó para quedarse?

Al comienzo del proyecto creí que esto iba a ser más una moda, una tendencia, que iba a estar por un tiempo determinado, pero después de cinco años lo que veo es que siempre va para arriba y que se sigue consumiendo mucho. 

¿Tienen algún proyecto a futuro diferente con la empresa? 

Ahora queremos llevar a la marca de a poco hacia otro lado, armar una comunidad de artistas que pueda generar diseños, poder hacer que estos artistas se visibilicen, a través de nuestras redes sociales que son muy grandes y es una buena ventana para ellos. Siempre me gustó todo ese mundo, por lo tanto esa es una idea que tiene la marca: hacer cosas divertidas e innovadoras con ellos, animar los neones.