CON UN PIE EN CADA MERCADO, UNA CLAVE 2021

Ya sea por la baja en la torta publicitaria de la vía pública debido a las restricciones en la circulación, como por el cese repentino de las diferentes actividades, los empresarios parecen estar viviendo un momento en el que depender de un mercado, negocio o cliente, puede representar un riesgo lo suficientemente grande como para poner en peligro el futuro de la compañía. Como resultado buscan diversificar, encontrar otras unidades de negocio que les permitan alternar las demandas de trabajo según la situación del momento. Desde POP en shoppings o en locales a la calle hasta la industria de la construcción, la clave es construir una torta repartida. Entrevistamos a diferentes empresas de la industria y les preguntamos cuál es su experiencia.

Andrés Martín Rodas, socio gerente de Ploterjet

¿Cómo ves el mercado hoy en día?

Hoy en día el mercado viró y cartelería, exclusivamente, prácticamente no se hace más. Seguimos fabricando piezas de comunicación pero de forma muy puntual para todo lo que es interno de empresas, recursos humanos y estudios de comunicación interna. Este cambio comenzó hace años con la nueva reglamentación de las áreas de protección históricas y desde ese momento entendimos que teníamos que adaptarnos y buscar nuevos nichos de trabajo.

¿En qué trabajos se fueron enfocando?

Nos enfocamos más en las obras de decoración de oficinas con letras corpóreas laqueadas, impresiones, bastidores para interior en comedores, entre otros productos. Ahora estamos con la fabricación de tótems de madera para interior. Ya no nos abocamos más a la marquesina gigantesca sino a exhibidores y decoración. Antes, cada empresa se dedicaba a hacer una sola actividad, hoy en día es necesario pensar la empresa como un servicio y resolver todas las necesidades del cliente, es decir el trabajo llave en mano.

¿Cómo se modificó su trabajo en este último año?

Fue muy atípico, veníamos de tener el negocio cerrado, sin máquinas funcionando, lo cual fue muy duro y no nos había pasado nunca en la historia de la empresa, y cuando se abrió la circulación nuevamente, en octubre, explotamos de trabajo. Estuve 7 meses analizando qué hacer cuando abriéramos nuevamente y cuando finalmente sucedió nos desbordamos y me sorprendió tanto que no pude reevaluar la dirección del negocio. Hacia el final del año se reactivaron los eventos y fue la mejor temporada de la costa que tuvimos. En ese sentido todo funcionó bien, por suerte. 

¿Cuáles son los productos que más estuvieron vendiendo?

No tenemos un caballito de batalla y eso es lo que nos mantiene vigentes, porque como hacemos todo tipo de trabajos, en cuanto baja un producto funciona el otro, y así sucesivamente. Por ejemplo, veníamos realizando trabajos en oficinas y con la cuarentena ese nicho bajó pero cuando se abrió la circulación nuevamente conseguimos un trabajo grande de punto de venta en un local sobre Panamericana con mil metros de bastidores. En ese momento prácticamente no imprimíamos y eso nos levantó.

¿Cómo ves el mercado de POP?

Estuvimos haciendo bastante, nos salió una campaña de Markova, que consta de todas las impresiones para todos los locales, y la hicimos hace un mes. Yo veo que está empezando a funcionar de a poco, porque si bien los shoppings están cerrados, los locales que están a la calle tienen que exhibir. Lo mismo sucede con las marcas y cadenas grandes, Mc Donalds está cambiando las gráficas todo el tiempo, el Banco Santander está haciendo exactamente lo mismo. Hay movimiento. El problema no es la baja del trabajo sino la empresa que solamente se quedó con un mercado. Creo que ahí está el tema, tener un pie en cada nicho. Cuando uno no funciona, el otro sirve de colchón. 

Leandro Feans, socio gerente de Identidad

¿Cuál es el fuerte de su negocio hoy en día?

Nos enfocamos en el área de arquitectura tradicional y comercial. Nuestra fortaleza son los revestimientos de aluminio compuesto sobre fachadas y también hacemos trabajos que agregan la aplicación de imagen corporativa sumando logos corpóreos de diversos materiales.

¿Cuál es la principal unidad de negocio de la empresa?

Hoy en día, la construcción. Lo que comenzó como una actividad secundaria terminó siendo la principal, lo cual no significa que no tengamos más la capacidad de hacer cartelería. Tenemos maquinaria de corte, hojalateros y colocadores de letras corpóreas, pero nuestra oficina está más abocada a la arquitectura.

¿Cómo terminaron abocados a ese nicho?

Fuimos virando por los volúmenes, la calidad y los clientes que teníamos. Nuestra visión fue siempre la misma, hacer las cosas bien y no a medias tintas. Y la cartelería exclusivamente no nos brindaba la oportunidad de crecimiento que estábamos buscando.

¿Qué cambios notás en el mercado durante este último año?

No es lo mismo, aunque nosotros por suerte tenemos mucho trabajo, y creo que lo logramos por varios motivos. Por un lado, tenemos esa idiosincrasia de empresa pequeña de salir a buscar el trabajo porque tenemos que funcionar todos los días para sostenernos, no nos podemos dar el lujo de estar frenados y debemos salir a buscar al cliente. Estamos muy activos en ese sentido. Por otro lado, dijimos que sí a oportunidades nuevas como la fabricación de barreras sanitarias, y también tomamos crédito, lo más que pudimos. La consigna era fundirse o salir adelante, y lo logramos. Gracias a todo lo que hicimos resurgimos.

¿Cuáles son sus productos más destacados?

El producto más destacado es el revestimiento de ACM, por su durabilidad, terminación y ligera constructiva, que combina con la imagen corporativa de cada cliente. No nos arrepentimos del camino que elegimos porque vemos el crecimiento en esta dirección.